lunes, 28 de mayo de 2012


Tumbada en la cama
espero.
Espero al Tiempo,
al "tiempo al tiempo"
pero no pasa nada:
solo tiempo.

Miro las cosas que alcanzan mis ojos
en la habitación,
ese ordenador
que hace años que no enciendo,
un sujetador que me acabo de quitar,
los posters de culos, fotos de antes
y algunos trastos que evocan
mis ideales de antaño
(los cambio tan rápido)
y entonces pienso en cómo
el tiempo
les va despegando, poco a poco,
la identidad.

Y por fin lo comprendo:
tengo que correr.