miércoles, 27 de noviembre de 2013

La semilla

El día que nos conocimos
plantamos la semilla.
Ya sabes que la vida es como una
veloz carrera de obstáculos,
una lucha constante con la entropía.
Aun así, contra todo pronóstico,
le hicimos un huequito.
Tú en el corazón, yo en la mente.
Fabricamos toda la energía
con miradas, besos
y demás generadores.
Renovable, sin residuos.
A dosis pequeñas, sin pausa,
sin prisas.
Pero, como dos tontos ciegos
enamorados
enaflorados
no consideramos el factor incertidumbre
que también tiene la vida.
Y a ti, no sé.
Pero a mí me creció una margarita.

Y desde entonces

te quiero, no te quiero…